porque ya no da

Tuesday, July 19, 2005

closer

...él se fue por un ratito, y ella se hundió en el sillón color claro.
el brazo que antes jugaba con el de él se sentía tan desnudo, helado.

...lo oía en la cocina, y lo imaginaba jugando con los botones del microondas, oliendo a café frío.


necesito sus ojos, pensó.

y una nenita que era ella caminaba como pisando flores con los pies

descalzos, buscándolo.

su figura de espaldas, y el sweater azul, y dónde esconde los ojos mi
niño.

y aquí están.

y lo miró.


se cubrió con una manta de sus párpados, nadaba en aguas de


sus pupilas, y sus pestañas le hicieron cosquillas,

todo al mismo tiempo.


no inventó nada para que él no viese todo eso,

no quiso guardarse para ella que él le acaricia el alma con una pluma blanca cuando la mira con todo eso que puede mirar.


y a ella se le escapó el alma por los ojos.


la misma alma de nena de 8 años, esa alma a la que no le importa tener 21.


mientras él la miraba,
el cuerpo le dolió, el pecho se le hizo pasa de uva, quejándose de su contenido ausente.


...las manos de ella intentaban arrullar el dolor, pero se hacía mas intenso.

los ojos de él no se iban, estaban encantados en la inmensidad del alma de ella, que planeaba vívida entre la luz amarilla de la cocina y el aroma a café caliente.


una fotografía de las dos tazas que ya no giraban en la bandeja, sino

que esperaban quemarle las manos a él. celosas de ellos.

ella tomó la taza de él y la enfrió rápido entre sus manos blancas, siempre gélidas. y en un rapto de protección, se la regaló.


en ese instante, ella inspiró su alma,


y en el suspiro siguiente, le dijo, me viste.
- si, te .