porque ya no da

Saturday, May 20, 2006

[...]


días tristes por aquí, por mi casa, todos juntos y apilados para que no nos haga tan mal.
fue terrible todo lo que sucedió en los últimos días.
nunca me había sentido tan expuestamente dolida.
creo que era tan grande la tristeza, que no me importaron las treinta o cincuenta personas que estaban despidiendo a mi abuelo.
sentí que me desgarraba el alma. me sentí chiquita, como de seis años, sin consuelo. medía solo unmetroypico y veía todo desde abajo, con el paragüitas que le dejamos en el cajón.
el cielo refunfuñaba de nubes, y se escuchaban palabras de un cura que sólo hablaba para llenar el aire.
cuando me despedí, con mis dos hermanas, y pensaba cómo se hacía después para levantarse, estaba ahí.
mi nenito del alma, su sweater verde, sus ojos me entendían, y estaba listo para darme su paz.


[...]