la noche del sábado fue un poco rara, principalmente porque hacía bastante que no hacía esa especie de gira por lugares con mis niñas.
como siempre empezó en mi casa, buscando algo para ponerme que tenga que ver con mi ánimo del día, y me decidí por un atuendito discreto y un poco sexy, como para subir el humor.
con mis botellitas llego a la casa de S., y por el patio trasero llegamos al bendito cuartito, donde se juntan los chicos todos los fines de semana...se escuchaba jammin´de bob marley, el tema que con las chicas siempre nos gustaba escuchar antes de salir por ahí.
la noche siguió entre muchos litros de cerveza y gancia batido bailando lo que fuere.
en ambos bares me aburrí bastante, saludé gente que no tenía ganas de explicarle ningún detalle de mi viaje, y no me crucé con nadie que me suba algún nivel hormonal interesante.
ni el speed con vodka ni el helado en esa copa tan linda de sundae de vainilla y chocolate pudieron hacerme sentir menos triste.
definitivamente quería estar en mi casa, que baje la temperatura 20ºC y taparme hasta el cuello, pensando en todo lo que tendría que pensar si me quiero tirar de bungee sin arnés. eso quería hacer.
y mi mamá encima hace un rato tuvo la delicadeza de comentarme que le preocupaba que viviendo sola no me deprima, porque se ve que me vió un poco propensa.
pero la verdad es que en dos semanas voy a estar sola en el departamento de la calle 17, escuchando radiohead y cantando my fake plaaaaaaaastic loooove, pero al menos nadie va a saber lo mucho que me afecta haber tenido amores de plástico pensando que eran de verdad.
