creo q su verdadera belleza se esconde en su fragilidad...en su fidelidad...en el juego macabro de la selección natural, como arrasa con su delicado ritual de cortejo...la supervivencia del más apto...otros peces, mezclan sus genes entre ellos, a alta velocidad, oleadas de huevos, imposible contarlos...y este pececito, va con su cola, batiéndola contra las corrientes de huevos llenos de fuerza, listos para adaptarse a todo...aletitas de cristal, tiqui-tiquiquí, tiqui-tiquiquí...entre las burbujitas y una torre de coral color salmón, viene despacito su par...siempre ella, la de toda su vida...y entrelazan sus colas, girando despacito, es un mundo propio, ya no puedo mirar a ningún otro habitante de este mundo lleno de agua azul...ellos agotan su energía en llegar a ellos mismos cada ciclo...nadie más...y cómo cuesta llegar...y encontrarse en medio de tanta inmensidad...