porque ya no da

Monday, October 04, 2004

come de mi, come de mi carne...

ella lo arrastró con calma hacia su cama, envuelta en sábanas negras. quería desmenuzarlo lo más artísticamente posible, no planeaba arruinar la pureza de su materia prima.
le lamió cada uña y las adoraba rociándole los dedos con agua hirviendo.
como amaba cada una de sus pecas, las separaba del mantel de su piel apagada con un punzón q le quedó de la primaria. pegó cada peca en un álbum previamente preparado y las clasificó por su grado de devoción hacia ellas.
enjugó cada oreja con esmalte de uñas traslúcido y las dejó para enmarque.
con un cepillo de dientes le peinaba las pestañas casi albinas y jugaba a arrancarlas: "me quiere", "no me quiere". como el ojo derecho no la quiso, se dedicó al izquierdo.
como finalmente la quiso, se aferró a sus brazos regados de sol y los lavó con lagrimas.
le robó todos los besos q quiso siempre y lo hacía actuar abrazos, le mordió los labios hasta q los de ella se llenaron de su sangre y fue el éxtasis máximo.
se había olvidado de sus pies, si no le encendía las plantas él se iria, y con un algodón los pintó con tequila, una llama ínfima hizo el resto.
quiso su espalda ahora, y despues de inmortalizarla por partes en celuloide, descamó su piel, con lentitud, no quería q él lo note, se quedó con el tejido entre las manos, no quiso soltarlo más.
la claridad de su cuello quedó embebida en mermelada de frambuesas, q usó como ungüento para acariciarlo, lo rodeó con ambas palmas y lo suavizó hasta desnucarlo.
la fuerza la agotó y la luna la llevó al delirio, no podía creer que era todo de ella, y bañada en sangre y frambuesas descansó en sus ojos, que no se permitió tocar jamás, sólo sumergirse en ellos, hasta q a él le ardan de verse reflejado en su infierno.