una soledad blanca y luminosa invade la casa
mi casa que se siente mìa
un lugar donde quedarse
la ciudad ya no es ajena
por nada ni por nadie
sino por lo que es
un rumbo hacia donde caminar
sentirse adulta y adolescente a la vez
sentirse sola
y la ciudad no se siente enorme y aplastante
sino que me abraza de pe a pa
con noches de terraza
y tardes de lluvia en la ventana
lo que dolìa ya no tiene ganas de doler
se queda donde està
me saluda y me deja volar en paz
todo va tomando un sentido, al fin